Autora de novela romántica

Ada White es mi seudonimo como escritora de novela romántica. Empecé a escribir en 2016,  y durante mi corta carrera como autora he explorado varias  géneros dentro del contexto de romántica: comedia, fantasía y thriller. 
Muy de vez en cuando saco a pasear mi  vena poeta.
Por Ada White 25 de junio de 2021
Por motivos personales, hace ya mucho tiempo que no publicaba nada en mi blog, pero esta ocasión lo merece. Ya que no puedo más que agradecer que, g racias a la iniciativa de @libroviajeroromantico, EL DISFRAZ DE LA INOCENCIA, está haciendo un recorrido por varias zonas de España. De momento parece que las lectoras por las que ya ha pasado, han disfrutado con su lectura, como han contado a través de sus magníficas reseñas. Me siento muy agradecida por la acogida que está teniendo. Creo que este tipo de proyectos ayudan, a que, autores que como yo, auto publicamos nuestro trabajo, tengamos la oportunidad de ampliar nuestros lectores y darnos a conocer. Os dejo enlace a la página de Instagram de @libroviajeroromantico, por si os apetece leer algunas de estas reseñas. https://www.instagram.com/p/CQQTB16lpY-DGeZ65SaaGCLV64steyOujWa-uI0/ MUCHAS GRACIAS A TODAS LAS PARTICIPANTES, y animo a todas las enamoradas/os de la lectura que sigáis la cuenta de @libroviajeroromantico, ya que encontraréis lecturas para compartir muy, pero que muy interesantes. Hasta pronto soñadores .
El despertar de la conciencia
Por Trini Camacho 13 de mayo de 2020
Cada día vemos más esta frase en las redes sociales, ¿por qué? ¿Qué significa? En este corto artículo, me gustaría dar mi visión sobre este tema, ya que tiene muchísimo que ver con el trabajo que estoy llevando a cabo en mi próximo libro, que esta vez no será una novela romántica.
Por Ada White 5 de noviembre de 2019
En el transcurso del viaje hasta el hotel, leí y releí la nota que doblaba, volvía a desdoblar y volvía a doblar. Era la primera vez que me ocurría algo así, y todos mis miedos acudían en tropel a mi mente. ¿Quién me aseguraba que no era uno de esos desequilibrados que se dedican a violar o incluso asesinar a mujeres? Por otro lado…no podía pensar que todo con el que me cruzase iba ser un psicópata. Tenía que dar un voto de confianza a las personas que de aquí en adelante se cruzasen en mi camino, si no, ¿cómo iba a conocer gente nueva? Llegué a la recepción del hotel, me registré y una vez en la soledad de mi habitación, re tomé mi lucha interna, pero decidí dejarla para el día siguiente. En ese momento tenía otras cosas en las que pensar y de las que preocuparme. Como, por ejemplo, qué haría durante esa primera semana que tenía planeado quedarme en esa ciudad. Decidí averiguar cómo llegar hasta la asociación de mujeres que había en la localidad, para ello, llamé a Jimena que era la que organizaba y planeaba las ayudas y actos de la asociación. …Continuar
NÖRDLINGEN (Alemania)
Por Ada White 19 de septiembre de 2019
Pueblo en el que nació Sandra, la protagonista de "La magia no existe. ..¿O sí?
Mi secreto para atraer cosas positivas
Por Ada White 16 de septiembre de 2019
Os preguntaréis... ¿Qué secreto es ese? y muchas de vosotras pensaréis lo mismo, la positividad atrae a lo positivo. Pues sí ese es el gran secreto..., el problema es que no todas las personas somos capaces de llevarlo a cabo. La mayoría pensaréis, "que bonito es decirlo, pero a la hora de la verdad los pensamientos acaban yendo a su libre albedrío y todas las buenas intenciones y propósitos de conseguirlo se van directamente a la mierda", sí porque hay que llamarlo por su nombre. Pero la cuestión es que esa mayoría no tiene una fórmula para evitarlo y sí, mis queridos lectores, esa fórmula existe. No sé quién la inventó, (a lo mejor fui yo..., aunque no lo creo), pero existe. ¿Y Cómo la utilizo? Pues muy sencillo. En esas situaciones en las que parece que el Cosmos se ha aliado contra ti, que todo lo que hagas o digas se volverá en tu contra, y que por mucho que respires y cuentes hasta tropecientos mil, las cosas no mejoran, sino que por el contrario, siempre hay algo más que puede salir mal. Tienes dos opciones: A)- Ser una víctima, dejarte llevar por esa corriente de adversidad y asumir como un dócil corderito, que ese es tu sino y no puedes hacer nada para cambiarlo, o... B)- Plantar cara a los que se alían contra ti para que todo te salga mal. Pero claro, aquí tenemos un problema, y es que todos esos que según tú se unen para que no levantes cabeza, se resumen a una sola persona, y esa persona...eres tú. Sí sí, tú. Por que sólo tú tienes el poder de decidir que entra en tu vida y qué no, qué quieres que te afecte y qué no. Vamos a dejarnos de tonterías y de buscar culpables. ¡Tú!, tienes ese poder y cuando alguien te diga lo contrario, no lo escuches. Oye solamente a tu voz interior que te grita a todo pulmón para que espabiles, ¡¡¿No puedo?!!, ¡¡No!!, eso NO es una opción . Y este, amigas, es mi gran secreto. Esa es mi frase salvavidas, la que me grita mi subconsciente cuando estoy a punto de caer en el victimismo. Porque todas caemos alguna vez. "Yo no seré capaz de escribir una novela", "Yo no aprobare ese examen, es muy difícil", "Yo no tendré nunca un buen trabajo", "Yo no iré nunca de crucero, es muy caro para mi bolsillo"...y así podríamos seguir hasta mañana, pero ten clara una cosa... "NO PUEDO", no es una opción . En esta vida puedes hacer todo lo que te propongas, sólo tienes que creer en ti, en tu valía y en que sólo hay que probar para saber dónde están tus límites. Sí, esos que sólo te puedes marcar tú. Como ejemplo te diré, que hace tan sólo tres años, ni me había planteado la posibilidad de escribir una novela, aunque era algo que rondaba mi cabeza como lectora empedernida que soy, pero un día pensé..."Si nunca lo intento, nunca lo haré", así que me planté delante del ordenador con una idea que me rondaba por la mente desde hacía un tiempo y mi máxima ilusión en aquel entonces era terminarla algún día, aunque fuese una vez jubilada, no tenía prisa. Era un sueño y mi premio sería poner el punto y final, porque sería la señal de que lo había logrado. Y bueno, al cabo de dos años y tras haber auto publicado tres novelas, recibo la noticia de que una de ellas es la ganadora de un premio de novela romántica. Y ahora te pregunto, ¿A que si se quiere se puede? Y tú, ¿a qué esperas para poner en marcha tus sueños? Si con estas palabras, consigo que sólo una persona considere la posibilidad de hacerlos realidad sin esperar a que el destino sea propicio para ello, sino que, sea ella la que tome la decisión de hacerlo, seré la persona más feliz del ciberespacio. Leer y soñar, y.…tú decides.
Por Mara Gonzalez // Noemí Quesada // Ada White 28 de agosto de 2019
Me despedía de mis amigas, que aún seguían insistiendo en que no debería ir sola, a lo que yo les contesté lo mismo que cuando les comuniqué mi decisión. Lo tenía todo en la vida, un trabajo que me encantaba y con el que me sentía libre, unas amigas para compartir mis sueños, pero...justo eso es lo que no tenía, sueños que compartir. Entre toda mi rutina necesitaba una aventura y porque no.…enamorarme. Así que después de muchos abrazos, alguna lagrimita y consejos varios, por fin me subí al tren que cambiaría mi vida. Ya en el vagón de clase turista del tren que me llevaría hasta mi siguiente parada, Águilas, donde haría trasbordo a otro tren que llegaba a Almería, me senté junto a la ventanilla dejando mi equipaje, que no era excesivo, sólo una maleta y una bolsa de viaje, en el compartimento que había encima del asiento. Cuando volví a sentarme, pasaron junto a mi asiento una pareja joven junto a sus dos vástagos, ambos de corta edad, que iban corriendo delante de ellos, alborotando más de la cuenta. El chico los reprendió para que se comportasen y pasaron de largo hasta otro vagón. Yo comencé a abrir el libro que estaba leyendo y que esperaba terminar durante el trayecto, pero cuando estaba a punto de bajar la cabeza hasta la página que tenía delante, un exquisito aroma a perfume caro de hombre llenó mis fosas nasales y como si de una aparición se tratase, delante de mí se había sentado un hombre. Vestía un traje azul oscuro que parecía de los caros, la camisa blanca sin corbata y los dos últimos botones desabrochados. Levanté los ojos hacía su cara y me sorprendió ver su mirada oscura clavada en mí. Avergonzada por la pillada, bajé la vista hasta el libro e hice como si nada, intentando disimular el rubor de mi cara. Pude vislumbrar una sonrisa ladina en él, que se había percatado de mi sonrojo. Durante el tiempo que duró el trayecto, terminé de leer el libro, más que nada porque me avergonzaba ser observada, y lo estaba siendo. Como un peso notaba su mirada clavada en mí. Cuando terminé no me quedó más remedio que cerrar el libro. Entonces fue cuando escuché su voz por primera vez. —Debe de ser muy interesante —Habló con voz grave. Alterada por no esperar sus palabras balbuceé, más que hablar. —Eh… ¿cómo? ...—es lo único que fui capaz de contestar, y el tras mostrarme una preciosa sonrisa, repitió. —Digo que debe ser muy interesante…El libro, ya que no le he visto levantar la cabeza hasta que lo ha terminado. —Eh…Sí, la verdad es que sí es interesante. Logré terminar la frase y por fin…mirarle a la cara. Que por cierto era de lo más atractiva. Moreno, pelo corto peinado hacia atrás pero que se le abría en medio cayéndole algún mechón en la frente. Barba de tres días, y una sonrisa que le daba un aire pícaro y macarra a la vez. —¿Me lo recomienda? —insistió. —Bueno…La verdad es que no sé si a usted le gusta la novela romántica. Si es así, desde luego que se lo recomiendo. El soltó una carcajada que me hizo sonreír, antes de añadir. —Lo suponía. Dicho esto, me dispuse a prepararme para bajar pues la parada estaba cerca. El hizo lo mismo y hasta que nos despedimos al bajar con un educado adiós no volvimos a dirigirnos la palabra. Después cada uno fue en una dirección opuesta. Al salir a la calle dejé el equipaje en el suelo para parar un taxi que me llevara al hotel donde pasaría mi primera noche. Cuando metí la mano en el bolso para coger mi móvil, tropecé con un trozo de papel que antes no estaba allí. Fruncí el ceño y lo saqué, quedando boquiabierta al ver de quién se trataba la nota. Era de mi compañero de viaje y decía textualmente: Este es mi teléfono, pasaré una semana en Almería Quiero volver a verte. Llámame, no faltes te estaré esperando. 555 227 123 Carlos No era una petición, daba por hecho que tenía que llamarlo…
Por Ada White 12 de agosto de 2019
Capítulo 2 Por eso pensé, que dedicaría mi viaje a conocer y ayudar en lo que pudiese a mujeres en situación de desamparo o con problemas de violencia en el seno familiar. Intentaría dentro de mis posibilidades aportar mi granito de arena para hacer que sus vidas fueran mejores. De hecho, estaba siendo un poco egoísta, pues de esa forma, me ayudaría a mí misma a superar mis barreras a la hora de relacionarme. Barreras que cree para aislarme del entorno que "mi querida madre" forjó a mi alrededor con su alocada y promiscua vida sentimental. Por un momento me olvidé de mis amigas mientras organizaba mentalmente mi viaje, pero el chasquido de unos dedos delante de mis ojos me devolvió al presente. — A ver...Alma de cántaro, ¿nos quieres explicar qué carajo acabas de decir? Fue Judit quien llamó mi atención, hasta ese momento se había mantenido callada, cosa rara en ella, pero hasta ahí llegó su silencio. Les repetí en voz alta mis pensamientos y la determinación que había tomado y cuando terminé de exponerles mi plan, estaban más calmadas y escuchaban con atención, incluso asentían de vez en cuando. —Está bien, es un buen plan y yo creo que te irá muy bien, pero… ¿no te has planteado que quizás, si vas acompañada te será más fácil lograr tu objetivo? —añadió Lidia. Ella era muy protectora y eso de que anduviera sola por ahí es lo que no la convencía. —Ese es el plan Lidia…conocer gente. Si voy sola no me quedará más remedio que hacerlo, ¿entiendes? Ella asintió dándome la razón. Y así fue como al cabo de una semana de planear los primeros pasos de mi andadura, estaba en el andén de la estación esperando para subir al primer tren que me llevaría a mi primer destino, Almería.
Por Ada White 4 de agosto de 2019
Cris nació en Murcia y a lo largo de su vida sólo había viajado a Madrid a estudiar y en un par de ocasiones, había ido de vacaciones a La manga del mar menor, un lugar precioso de la costa del Mediterráneo. Su infancia estuvo marcada por una madre promiscua que con asiduidad cambiaba de pareja, entre las cuales había conocido a todo tipo de hombres. Desde aprovechados que solo buscaban vaciar la escasa cuenta corriente de su confiada progenitora, hasta alguno que había intentado abusar de ella si no hubiese llegado a tiempo su madre para impedirlo. De su padre, nunca supo nada, ni siquiera su nombre. Cuando contaba quince años, su madre la abandonó marchándose con un cantante de rock y nunca más volvió a saber de ella. Fué su tía Ana, hermana de su madre, quien se encargó de Cris hasta que terminó sus estudios y comenzó a hacer trabajos como traductora freelance, consiguiendo así ingresos suficientes para independizarse a los 23 años. El concepto que tenía de las relaciones en pareja era bastante confuso. Sólo le aportó una acérrima inseguridad a la hora de mantener relaciones personales con el sexo opuesto. Ese fue el motivo principal de que se encerrara en su estrecho círculo de amistades y tuviese una vida social prácticamente inexistente. Con la ayuda de sus amigas logró, poco a poco, ir saliendo de su círculo de seguridad, como ella lo llamaba. Hasta que consiguieron que saliera con ellas de copas aunque siempre fuese al mismo sitio.
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Acerca de mí

Ada White es el seudónimo de Trini Camacho, nacida en Sabadell (Barcelona).

Segunda de cuatro hermanos y catalana con orígenes andaluces. Luchadora nata y lectora empedernida desde que descubrí, a los 10 años, mi primera novela romántica, "Sissi".

 Después de esa,  le siguieron muchas más, incluyendo libros de aventuras, intriga y enigmas de antiguos faraones. 

Me encantan las novelas que me hacen vivir aventuras y evadirme del día a día. 

Empecé a darle vueltas a la posibilidad de escribir una especie de diario en el que recopilar las mil y una anécdotas divertidas que tuve el privilegio de disfrutar en mi salón de peluquería, y como todo lo que me empeñaba en conseguir, esto también lo hice, pero, lo que comenzó siendo un diario terminó siendo una novela,  "La magia no existe… ¿O sí?" una historia de fantasía y romance protagonizada por una peluquera. 

Siempre he pensado que podemos hacer lo que queramos en esta vida y para ello, sólo es necesario tener voluntad y luchar por ello.  Por eso uno de mis mantras es "No puedo…No es una opción"   y si dudo… tengo el de rescate "No lo intentes ¡¡HAZLO!!" 

En 2019, mi segundo trabajo "Y tú, ¿qué quieres?" una comedia romántica y de acción,  consiguió ganar el II concurso de novela romántica de Bubok y Kamadeva. Y este premio, me reafirma en la convicción de que hay que luchar por conseguir lo que uno quiere. 

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