Un lugar para soñar - Capítulo 4

Ada White

Almería

En el transcurso del viaje hasta el hotel, leí y releí la nota que doblaba, volvía a desdoblar y volvía a doblar. Era la primera vez que me ocurría algo así, y todos mis miedos acudían en tropel a mi mente. ¿Quién me aseguraba que no era uno de esos desequilibrados que se dedican a violar o incluso asesinar a mujeres? 
Por otro lado…no podía pensar que todo con el que me cruzase iba ser un psicópata. Tenía que dar un voto de confianza a las personas que de aquí en adelante se cruzasen en mi camino, si no, ¿cómo iba a conocer gente nueva? 
Llegué a la recepción del hotel, me registré y una vez en la soledad de mi habitación, re tomé mi lucha interna, pero decidí dejarla para el día siguiente. En ese momento tenía otras cosas en las que pensar y de las que preocuparme. Como, por ejemplo, qué haría durante esa primera semana que tenía planeado quedarme en esa ciudad. Decidí averiguar cómo llegar hasta la asociación de mujeres que había en la localidad, para ello, llamé a Jimena que era la que organizaba y planeaba las ayudas y actos de la asociación. 
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